¿Cómo se llama el líquido para proteger la madera?

Acabado de la madera

La madera se degrada fácilmente si no se conserva lo suficiente. Aparte de las medidas de preservación de la madera estructural, hay una serie de conservantes y procesos químicos diferentes (también conocidos como “tratamiento de la madera”, “tratamiento de la madera” o “tratamiento a presión”) que pueden prolongar la vida útil de la madera, la madera y sus productos asociados, incluida la madera de ingeniería. En general, aumentan la durabilidad y la resistencia a la destrucción por insectos u hongos.

Como propone Richardson,[1] el tratamiento de la madera se practica desde hace casi tanto tiempo como el uso de la propia madera. Existen registros de la conservación de la madera que se remontan a la antigua Grecia durante el gobierno de Alejandro Magno, donde la madera de los puentes se empapaba en aceite de oliva. Los romanos protegían los cascos de sus barcos cepillando la madera con alquitrán. Durante la Revolución Industrial, la conservación de la madera se convirtió en la piedra angular de la industria de la transformación de la madera. Inventores y científicos como Bethell, Boucherie, Burnett y Kyan hicieron avances históricos en la conservación de la madera, con las soluciones y procesos de conservación. El tratamiento comercial a presión comenzó en la segunda mitad del siglo XIX con la protección de las traviesas de los ferrocarriles utilizando creosota. La madera tratada se utilizó principalmente para aplicaciones industriales, agrícolas y de servicios públicos, donde todavía se utiliza, hasta que su uso creció considerablemente (al menos en Estados Unidos) en la década de 1970, cuando los propietarios de viviendas empezaron a construir cubiertas y proyectos en el patio trasero. La innovación en los productos de madera tratada continúa hasta hoy, ya que los consumidores se interesan cada vez más por materiales menos tóxicos.

Madera acetilada

Desde casas hasta muebles e incluso adornos, el ser humano lleva siglos utilizando la madera para construir cosas. No sólo es duradera, sino que la madera es uno de los materiales más flexibles con los que se puede trabajar. Además, aporta un atractivo clásico a cualquier edificio.

Pero a pesar de sus ventajas, tiene un gran inconveniente. A diferencia del hormigón, el plástico o el metal, no es impermeable a los elementos. Los cambios de tiempo, humedad y temperatura pueden hacer que se encoja o expanda. Como resultado, pierde su forma y puede incluso deformarse o retorcerse. Los muebles de exterior, las puertas, los cobertizos o cualquier tipo de material de madera que esté constantemente expuesto a los elementos son especialmente propensos a ello.

Aquí es donde entran en juego los selladores de madera. Sellan la superficie de la madera impidiendo que absorba el agua y la humedad del entorno. Esto preserva la estructura interna de la madera, lo que, a su vez, impide que pierda su forma original, independientemente de la estación del año.

Pero con tantas marcas de selladores de madera en el mercado ahora mismo, elegir uno puede ser difícil. Sobre todo si no tiene experiencia en el sector de la madera. Para facilitarte las cosas, hemos buscado en la red las recomendaciones de los expertos en carpintería. Según ellos, estos son los nueve selladores de madera más eficaces:

Naftenato de cobre

El acabado, o la aplicación de una capa protectora o de refinado a la madera, es el último paso en la fabricación de muebles de madera de calidad. El acabado de los muebles de madera puede ayudar a resaltar la veta y obtener un hermoso brillo, al tiempo que proporciona protección contra la humedad, los aceites y otros elementos y facilita la limpieza.

Pero, ¿qué acabado es el mejor para usted? Cada acabado tiene sus propias ventajas e inconvenientes, y por lo general equilibra la belleza con la durabilidad y la facilidad de mantenimiento. ¿Sus muebles estarán en una zona de mucho tráfico? ¿Se va a manipular con frecuencia? ¿Estarán expuestos a líquidos, como los tableros de las mesas? Estas consideraciones son el primer paso para elegir los nuevos muebles de madera noble con el mejor acabado para las necesidades de su familia.

Esta mezcla de resina, aceite y disolvente, que es naturalmente resistente al calor, al agua y a los rayos ultravioleta (UV), es flexible y duradera gracias a su alto contenido en sólidos. El constructor Dan Maxham, de W.A. Mitchell Fine Furniture en Farmington, Maine, presta especial atención al movimiento natural de la madera. “La madera que utilizamos en la construcción de muebles finos se expande o contrae constantemente en respuesta a la temperatura y la humedad”. Utiliza una variante llamada barniz de conversión en sus muebles por su elasticidad y su tolerancia a las variaciones de humedad sin que se agriete. El barniz de conversión proporciona un excelente acabado protector. Sus inconvenientes son que puede ser difícil de revertir una vez aplicado, y más difícil de repintar. En cuanto a su aspecto, el barniz tiene un acabado poco brillante o semibrillante, y transmite un aspecto frotado a mano.

Conservación de la madera

La madera es valiosa para fines estructurales y decorativos. La madera es de origen vegetal. La madera utilizada para la construcción de edificios se conoce como madera. Los bosques producen una gran cantidad de madera. La celulosa, la hemicelulosa, la lignina y otras sustancias son los componentes de la madera. En la madera se encuentran compuestos alifáticos, fenoles, grasas, ceras, terpenos, terpenoides, etc. Los estilbenos, los taninos, los flavonoides y las lignanas son compuestos fenólicos presentes en las maderas.

El barniz es una formulación de materia resinosa, como el copal o la laca, disuelta en aceite o en alcohol o en cualquier otro líquido. Cuando se aplica un barniz a la superficie de la madera o del metal, se seca y deja una capa dura y generalmente transparente. Es un revestimiento brillante que se aplica sobre el suelo o los muebles. Se seca de forma clara y luminosa. Da un acabado duro, lustroso y transparente a la superficie.

Da a los muebles, materiales de madera, obras de arte y otros objetos un aspecto brillante. También protege la superficie. Normalmente, el barniz se prepara con resina, disolvente y aceite. La raíz latina medieval de la palabra barniz es “vernix”, que significa resina olorosa o fragante.