¿Cómo era la ciencia en la civilización griega?

Cómo se desarrolló la ciencia griega

Las investigaciones sobre la naturaleza de las cosas comenzaron por preocupaciones prácticas entre los antiguos griegos. Por ejemplo, el intento de establecer un calendario se ejemplifica por primera vez en los Trabajos y Días del poeta griego Hesíodo, que vivió alrededor del año 700 a.C. Alrededor del año 450 a.C. comienzan a aparecer recopilaciones de las apariciones y desapariciones estacionales de los astros en los textos conocidos como parapegmata, que se utilizaban para regular los calendarios civiles de las ciudades-estado griegas a partir de las observaciones astronómicas[4].

La medicina es otro ámbito en el que se realizaron investigaciones de la naturaleza de carácter práctico durante este periodo. La medicina griega no era competencia de una sola profesión formada y no existía un método aceptado de cualificación de licencias. Los médicos de la tradición hipocrática, los curanderos de los templos asociados al culto de Asclepio, los recolectores de hierbas, los vendedores de medicamentos, las comadronas y los entrenadores de gimnasia pretendían estar cualificados como curanderos en contextos específicos y competían activamente por los pacientes[5] Esta rivalidad entre estas tradiciones enfrentadas contribuyó a un activo debate público sobre las causas y el tratamiento adecuado de las enfermedades, así como sobre los enfoques metodológicos generales de sus rivales.

Los inventos griegos

La excelente colección de ensayos editada por Tuplin y Rihll (en adelante TR) refleja dos grandes cambios que ha experimentado la historia de la ciencia antigua en los últimos treinta años. El primero es la gran ampliación de los materiales considerados relevantes en este campo. Mientras que en un pasado no tan lejano los estudiosos se concentraban en unas pocas grandes obras de unos pocos grandes hombres, el historiador moderno de la ciencia antigua aprovecha una gama mucho más amplia de fuentes, incluyendo, por ejemplo, materiales que documentan las conexiones entre la magia y la medicina o la astrología y la astronomía. El segundo gran avance ha sido la mayor atención prestada al contexto social más amplio en el que surgieron las prácticas científicas. Las fuerzas económicas y políticas han llegado a ser reconocidas como importantes determinantes de las actividades científicas, al igual que las estrechas conexiones entre los logros prácticos y la innovación teórica.

Ambas evoluciones son fundamentales para los objetivos y logros de la antología de TR. Sus dieciséis artículos (y una importante introducción) surgen de una conferencia celebrada en 1996 en Liverpool que pretendía reunir a estudiosos de diversas áreas de la ciencia antigua, como las matemáticas, la astronomía, la mecánica, la química, la medicina y la tecnología. El objetivo no era sólo que los académicos participantes compartieran sus descubrimientos entre sí, sino demostrar la relevancia y el valor de los estudios históricos de la ciencia antigua para lo que los editores denominan clasicistas e historiadores de la antigüedad “convencionales”. En general, los trabajos lo consiguen destacando precisamente las dos tendencias que han transformado el campo. Dado que tantos trabajos diferentes y complejos no pueden ser tratados adecuadamente en una reseña limitada, destacaré lo que me parecen las contribuciones de mayor interés para los lectores a los que va dirigida la colección.

La cultura griega

Las investigaciones sobre la naturaleza de las cosas empezaron por preocupaciones prácticas entre los antiguos griegos. Por ejemplo, el intento de establecer un calendario se ejemplifica por primera vez en los Trabajos y Días del poeta griego Hesíodo, que vivió alrededor del año 700 a.C. Alrededor del año 450 a.C. comienzan a aparecer recopilaciones de las apariciones y desapariciones estacionales de los astros en los textos conocidos como parapegmata, que se utilizaban para regular los calendarios civiles de las ciudades-estado griegas a partir de las observaciones astronómicas[4].

La medicina es otro ámbito en el que se realizaron investigaciones de la naturaleza de carácter práctico durante este periodo. La medicina griega no era competencia de una sola profesión formada y no existía un método aceptado de cualificación de licencias. Los médicos de la tradición hipocrática, los curanderos de los templos asociados al culto de Asclepio, los recolectores de hierbas, los vendedores de medicamentos, las comadronas y los entrenadores de gimnasia pretendían estar cualificados como curanderos en contextos específicos y competían activamente por los pacientes[5] Esta rivalidad entre estas tradiciones enfrentadas contribuyó a un activo debate público sobre las causas y el tratamiento adecuado de las enfermedades, así como sobre los enfoques metodológicos generales de sus rivales.

Historia de la ciencia

Los griegos desarrollaron la filosofía como una forma de entender el mundo que les rodeaba, sin recurrir a la religión, los mitos o la magia. Los primeros filósofos griegos, algunos influidos por los babilonios y egipcios cercanos, eran también científicos que observaban y estudiaban el mundo conocido: la Tierra, los mares y las montañas, así como el sistema solar, el movimiento planetario y los fenómenos astrales.

Muchos de los descubrimientos e inventos de los antiguos griegos se siguen utilizando hoy en día, aunque algunas de sus ideas han sido desmentidas. Al menos una -el descubrimiento de que el sol es el centro del sistema solar- fue ignorada y luego redescubierta.

Los primeros filósofos son poco más que una leyenda, pero ésta es una lista de inventos y descubrimientos atribuidos a lo largo de los siglos a estos pensadores, no un examen de la veracidad de tales atribuciones.

Tales fue un geómetra, ingeniero militar, astrónomo y lógico. Probablemente influenciado por babilonios y egipcios, Tales descubrió el solsticio y el equinoccio y se le atribuye la predicción de un eclipse que detuvo una batalla y que se cree que tuvo lugar el 8 de mayo de 585 a.C. (la batalla de Halys entre medos y lidios). Inventó la geometría abstracta, incluida la noción de que un círculo es bisecado por su diámetro y que los ángulos de la base de los triángulos isósceles son iguales.