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Antropología económica
Cris Shore es uno de los pocos antropólogos que han estudiado “la elaboración de la política” y ha propuesto puentes creativos que conectan la antropología, la ciencia política, los estudios organizativos y la sociología. Shore es actualmente catedrático de antropología y director de departamento en la Universidad de Auckland (Nueva Zelanda), tras haber sido profesor en el Goldsmiths College de la Universidad de Londres (Reino Unido) entre 1990 y 2003.
Las obras de Shore incluyen títulos como Anthropology of Policy: Critical Perspectives on Governance and Power (editado con Susan Wright, Routledge, 1997) y el reciente Policy Worlds: Anthropology and the Analysis of Contemporary Power (editado con Susan Wright y Davide Pero, Berghahn, 2010), centrado en los usos y significados culturales de la política en diferentes contextos sociales, o Corruption: Anthropological Perspectives (editado con Dieter Haller, Pluto, 2005).
Pero el proyecto inter-nacionalista de Europa ha estado muy presente en la obra de Shore desde que se publicó en 1994 The Anthropology of Europe: Identities and Boundaries in Conflict (editado con Victoria Goddard y Josep Llobera, Berg). La investigación sobre las políticas de integración europea, concretamente a través del proyecto “Constructing European Identity: EU Civil Servants and Cultural Policy”, financiado por el Economic and Social Research Council (Reino Unido), le llevó a realizar un trabajo de campo en diferentes oficinas de las instituciones de la Unión Europea en Bruselas entre 1995 y 1997, dando lugar a Building Europe: The Cultural Politics of European Integration (Routledge, 2000) y European Union and the Politics of Culture (Bruges Group, 2001). Otros intereses de investigación son los debates sobre el significado del “gobierno europeo”, las reformas institucionales y el papel de la UE como actor global.
Antropología de la religión
Las relaciones entre la antropología, la sociología y la ciencia política no se pueden enfatizar demasiado porque hay una estrecha demarcación entre estas tres disciplinas, pero todas ellas provienen de la filosofía, por lo que su naturaleza de trato es casi la misma entre sí. Estas tres disciplinas trabajan sobre los seres humanos, la sociedad, la cultura y las prácticas.
El término Antropología deriva de dos palabras griegas: “Anthropos”, que significa hombre, y “logos”, que significa estudio o ciencia. En consecuencia, antropología significa el estudio del hombre. Como ciencia del hombre, se ocupa del hombre, sus obras y su comportamiento.
La antropología estudia el desarrollo biológico y cultural del hombre. La antropología tiene un amplio campo de estudio que puede dividirse a grandes rasgos en tres divisiones principales: antropología física, arqueología, antropología cultural y antropología social.
Asimismo, la ciencia política es una disciplina clásica que se ocupa del estudio de los fenómenos políticos. Su objetivo es profundizar en la comprensión humana de las formas y la naturaleza de la acción política y desarrollar herramientas teóricas para interpretar los fenómenos políticamente significativos.
El sistema político en la antropología
En primer lugar, examinaremos los orígenes mismos de las ciencias sociales en el ámbito de la política y, en particular, la contribución de la antropología africana a la ciencia política. La antropología tradicional en el ámbito de la política en África que aporta elementos de análisis y reflexión en torno a la política en cada sociedad. En una segunda parte, extraeremos los logros teóricos de la antropología africanista para el análisis de nuestras sociedades actuales.
Se trata de un doble movimiento para restaurar el lugar en el que se ha establecido el debate sobre la antropología, que puede ser una disciplina que permita entender la ciencia política y el papel en las sociedades; desde este punto de partida, revertiremos hacia una antropología de la modernidad que se llama actual.
Describiremos una transferencia de herramientas, conocimientos y análisis de las sociedades primitivas a nuestras sociedades modernas. Para ello, mostraremos que estas herramientas forjadas para estas sociedades brutas funcionan muy bien para el análisis de nuestras sociedades.
En el análisis de la antropología política, queda algo del estructuralismo, es una recuperación intelectual de los conceptos del estructuralismo. El estructuralismo postula que hay estructuras que persisten en las sociedades y que actúan e interactúan en relación con los acontecimientos y la política. Al hablar de antropología africana y cuestionar la validez de estas herramientas para comprender nuestra sociedad política, presuponemos que existe un efecto estructural.
Cuándo surgió el subcampo de la antropología política
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La antropología política es un subcampo de la antropología sociocultural, pero al igual que la antropología en su conjunto, permanece inmune a una delimitación precisa. El núcleo de la antropología política es el examen comparativo, basado en el trabajo de campo, de la política en una amplia gama de entornos históricos, sociales y culturales[1].
La antropología política tiene sus raíces en el siglo XIX. En aquella época, pensadores como Lewis H. Morgan y Sir Henry Maine intentaron trazar la evolución de la sociedad humana desde las sociedades “primitivas” o “salvajes” hasta las más “avanzadas”. Estos primeros enfoques eran etnocéntricos, especulativos y a menudo racistas. No obstante, sentaron las bases de la antropología política al emprender un estudio moderno inspirado en la ciencia moderna y, en particular, en Charles Darwin. En un movimiento que sería influyente para la antropología futura, se centraron en el parentesco como clave para entender la organización política, y destacaron el papel de la “gens” o linaje como objeto de estudio[2].