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Las mejores empresas de impacto social y sin ánimo de lucro en las que trabajarCreemos de todo corazón que nuestras carreras pueden ser un reflejo de nuestros valores y nuestro corazón por el mundo y su gente. Con una nueva ola de graduados cada año, la fuerza de trabajo está cada vez más llena de personas que buscan oportunidades de trabajo significativas, especialmente con empresas comprometidas con el bien social. Si estás buscando un trabajo con sentido, las organizaciones que te presentamos a continuación están apasionadamente comprometidas con el cambio positivo en una gran variedad de sectores. Han dado prioridad al impacto social, a un sólido equilibrio entre el trabajo y la vida privada y a generosos beneficios para los empleados. Para encontrar más puestos de trabajo de impacto social (incluidos muchos puestos remotos), consulta los listados de Idealist, B Work o Net Impact. Comparte tus empresas favoritas en los comentarios. 1. FreeFrom
Industria | Tecnología y software orientados a la misiónLocalización de los puestos de trabajo | San Francisco (sede), opciones remotas CEO | Kristy GannonTamaño de la empresa | 51-200 empleadosFluxx es una empresa tecnológica con sede en San Francisco que tiene como objetivo mejorar el complejo proceso de concesión de subvenciones entre los financiadores y las organizaciones sin ánimo de lucro con su plataforma de gestión basada en la nube. El objetivo de la organización es aumentar la visibilidad, mejorar la colaboración y maximizar el impacto social. Su práctica se basa especialmente en la transparencia y la accesibilidad, y ha trabajado con cerca de 250 organizaciones de categoría mundial para lograr su misión.Beneficios para los empleados | Los empleados de Fluxx reciben una remuneración competitiva, generosos beneficios médicos y de salud, un estipendio anual para la educación, opciones sobre acciones, 401(k) que se equiparan, y salidas sociales de la empresa y oportunidades de voluntariado.Examinar las carreras de Fluxx5. Kiva
Impacto positivo y negativo de las empresas en la comunidad
El desarrollo sostenible y los negocios prósperos significan que las empresas deben medir su impacto lo antes posible. Veamos con más detalle por qué la mitigación de riesgos significa que la sostenibilidad no depende de que las empresas sean misericordiosas.
Creo que el lector estará de acuerdo conmigo, al menos hasta cierto punto, en que el mundo no va muy bien ahora mismo -¿cuándo lo ha hecho realmente? De hecho, mientras escribo este párrafo, lo difícil no es realmente elaborar una lista de cosas que no van bien. Más bien, el reto es seleccionar algunas de las más relevantes para demostrar mi punto de vista sin dejarte exhausto o deprimido.
Las probabilidades de que el calentamiento global se mantenga por debajo de un aumento de la temperatura de 2ºC antes de 2100 no son buenas. Las emisiones de CO2 han aumentado en los últimos años y deben reducirse en un 7,5% cada año hasta 2030, empezando… lo antes posible, en 2020. Existe un consenso científico de que sólo tenemos una corta ventana de oportunidad para revertirlo antes de que llegue a un punto de no retorno. Y sus consecuencias no son cosa del futuro, como hemos visto recientemente con las inundaciones de Venecia o los peores incendios de la historia en Australia. Por esta vez, no hablemos de las caídas en la biodiversidad y los corales, los suelos moribundos, la contaminación de los océanos, los microplásticos o la contaminación del aire.
¿Qué papel desempeñan las empresas en el mundo?
Las empresas siempre han provocado “externalidades”, es decir, beneficios para la sociedad por los que no son totalmente compensados y costes para la sociedad por los que no tienen que pagar totalmente. Un cambio importante en las empresas mundiales en los últimos años es que estas externalidades son cada vez más raras: lo que antes era ajeno a una empresa afecta cada vez más a los ingresos, los costes y los perfiles de riesgo de las empresas. Se trata de una evolución positiva, ya que la sociedad exige a las empresas que rindan cuentas. Sin embargo, un importante obstáculo pendiente para esta “internalización” es la falta de un método contable completo para comprender y cuantificar el impacto de las empresas en la sociedad. La buena noticia es que la contabilidad del impacto dio un gran paso adelante en julio de 2020 con la publicación del coste del impacto medioambiental de 1.800 empresas por parte de la Impact-Weighted Accounts Initiative (IWAI) de la Harvard Business School. El año que viene, la IWAI publicará también el coste de los impactos sobre el producto y el empleo, proporcionando una imagen completa del impacto que genera cada una de las 1.800 empresas. Los autores afirman que la iniciativa tendrá consecuencias de gran alcance. Permitirá una fiscalidad más eficaz, una fijación de precios más precisa por parte de los mercados de capitales y que los clientes puedan comprar más fácilmente de forma ética. Los autores sostienen que la transparencia del impacto remodelará el capitalismo.
Ejemplo de empresa que beneficia a la sociedad
En los últimos años se ha reconocido cada vez más la necesidad de evaluar los resultados de las iniciativas de impacto social. Aunque las empresas han aumentado sus esfuerzos, muchas siguen luchando por encontrar un enfoque adecuado para la evaluación del impacto social.
Según recientes encuestas mundiales, más del 70% de más de 33.000 encuestados están de acuerdo en que las empresas pueden emprender acciones que aumenten los beneficios y mejoren las condiciones económicas y sociales en las que operan.* Además, en 2017, alrededor de tres cuartas partes de unas 4.900 empresas encuestadas integraron datos no financieros (relacionados con sus iniciativas sociales y medioambientales) en sus informes anuales.** Sin embargo, aunque las empresas se están implicando cada vez más en ayudar a abordar los problemas sociales, la mejor manera de evaluar el impacto de su acción sigue siendo una pregunta sin respuesta.
Diferentes actores, incluidos los bancos y agencias de desarrollo, las fundaciones y organizaciones sin ánimo de lucro, las organizaciones de inversión social, las empresas de contabilidad y consultoría, las iniciativas empresariales, las coaliciones de información y las instituciones académicas, utilizan una gran variedad de enfoques de evaluación del impacto social. A pesar de esta diversidad, se pueden distinguir dos tipos principales de enfoques: