¿Cuál es el objetivo de la caricatura política?

Elementos de una caricatura

Las caricaturas pueden a veces plantear un tema serio. La caricatura “Join or Die” de Benjamin Franklin de 1754 inició el uso de las caricaturas políticas. Estos elementos visuales han sido importantes en la historia al informar a los ciudadanos analfabetos y transmitir un punto de vista sobre una cuestión política.    Los caricaturistas, con una sola imagen, podían insultar a los enemigos, celebrar a los aliados, hacer cambiar de opinión a la gente sobre temas importantes y ser lo suficientemente humorísticos como para causar un impacto en la opinión pública. Las caricaturas políticas aportan humor y exageración a los temas pasados y actuales. Yo les digo a mis alumnos que las caricaturas políticas son imágenes con un objetivo.    Podemos proporcionar a los alumnos las herramientas y las preguntas que pueden utilizar para descodificar y comprender las caricaturas políticas.

Las caricaturas políticas están en la mayoría de los libros de texto actuales. Sin embargo, incluso los adultos pueden tener dificultades para descifrar su significado. Ofrecer oportunidades para que los alumnos aprendan a descifrar y comprender las caricaturas políticas puede:

Las caricaturas políticas permiten a los alumnos examinar las numerosas técnicas de persuasión que utilizan los caricaturistas para hacer cambiar de opinión a la gente. Las técnicas persuasivas más utilizadas son el simbolismo, la exageración, el etiquetado, la analogía y la ironía. Los alumnos pueden aprender a detectar estas técnicas. Hay mucha gente que intenta hacernos cambiar de opinión. Conociendo cómo lo hacen, podemos enseñar a los alumnos a tomar decisiones con conocimiento de causa.

Definición de caricatura

Una caricatura política es una caricatura que hace referencia a un tema o evento político. Puedes encontrarlas en cualquier periódico, pero no estarán en la sección de cómics. En su lugar, busque en las páginas editoriales: están junto a las columnas editoriales y frente a los ensayos de opinión. También puedes encontrarlas en las revistas de noticias y en los sitios web sobre política. Las caricaturas políticas pueden ser muy divertidas, sobre todo si entiendes el tema que comentan. Pero su principal objetivo no es divertirte, sino persuadirte. Una buena caricatura política te hace reflexionar sobre la actualidad, pero también trata de inclinar tu opinión hacia el punto de vista del caricaturista. El mejor caricaturista político puede hacerte cambiar de opinión sobre un tema sin que te des cuenta de cómo lo ha hecho.

Los caricaturistas utilizan varios métodos, o técnicas, para transmitir su punto de vista. No todas las caricaturas incluyen todas estas técnicas, pero la mayoría de las caricaturas políticas incluyen al menos algunas. Algunas de las técnicas que más utilizan los caricaturistas son el simbolismo, la exageración, el etiquetado, la analogía y la ironía. Cuando aprendas a detectar estas técnicas, podrás ver con más claridad el punto de vista del caricaturista. También deberás ser consciente de cualquier sesgo político que pueda tener. Cuando sepas de dónde viene el caricaturista, te resultará más fácil formarte tu propia opinión. También puedes empezar a estar atento a las técnicas de persuasión que se utilizan en otros medios, como los anuncios políticos y los telediarios. Hay mucha gente que intenta hacerte cambiar de opinión: es bueno que estés atento a cómo lo hacen.

Caricatura y viñeta

Una caricatura política, un tipo de caricatura editorial, es un gráfico de dibujos animados con caricaturas de figuras públicas, que expresan la opinión del artista. Un artista que escribe y dibuja este tipo de imágenes se conoce como caricaturista editorial. Suelen combinar la habilidad artística, la hipérbole y la sátira para cuestionar la autoridad y llamar la atención sobre la corrupción, la violencia política y otros males sociales[1][2].

Desarrollada en Inglaterra a finales del siglo XVIII, la caricatura política fue iniciada por James Gillray,[3] aunque la suya y otras de la floreciente industria inglesa se vendían como impresiones individuales en las imprentas. La revista británica Punch, fundada en 1841, se apropió del término caricatura para referirse a sus viñetas políticas, lo que llevó a la generalización del término[4].

La sátira pictórica ha sido acreditada como la precursora de las caricaturas políticas en Inglaterra: John J. Richetti, en The Cambridge history of English literature, 1660-1780, afirma que “la sátira gráfica inglesa comienza realmente con el Emblematical Print on the South Sea Scheme de Hogarth”[7][8] Los cuadros de William Hogarth combinaban la crítica social con escenas artísticas secuenciales. Un objetivo frecuente de su sátira era la corrupción de la política británica de principios del siglo XVIII. Una de sus primeras obras satíricas fue una Estampa emblemática sobre el plan de los mares del Sur (hacia 1721), sobre el desastroso crack bursátil de 1720 conocido como la burbuja de los mares del Sur, en el que muchos ingleses perdieron mucho dinero[9].

Analizar las caricaturas políticas

Después de enseñar historia en la escuela secundaria durante varios años, Jonathan Burack se convirtió en redactor jefe de Newscurrents, un programa semanal de actualidad para las escuelas (1984-95). En 1995, concibió y comenzó a crear MindSparks, un proyecto que se centra en el análisis de fuentes primarias, las habilidades de escritura y debate, y el desarrollo de hábitos de pensamiento histórico.

Las caricaturas políticas son fuentes primarias vívidas que ofrecen una visión intrigante y entretenida del estado de ánimo del público, los supuestos culturales subyacentes de una época y las actitudes hacia los acontecimientos o tendencias clave de la época. Desde el siglo XVIII, las caricaturas políticas ofrecen una ventana muy útil al pasado. Casi todos los libros de texto escolares de historia tienen su cuota de caricaturas políticas. Sin embargo, algunos estudios revelan que un porcentaje considerable de adultos no entiende las caricaturas políticas de su periódico. ¿Cuánto más difícil debe ser para los jóvenes entender las caricaturas del pasado lejano? La imagen simple y descarnada de muchas caricaturas puede ser muy engañosa. Las mejores caricaturas expresan una verdadera complejidad conceptual en un solo dibujo y unas pocas palabras. Los dibujos animados de los años 1700 y 1800 emplean a menudo un lenguaje arcaico, diálogos elaborados y oscuras referencias visuales. Se necesita un buen conocimiento del contexto histórico preciso para entender esas caricaturas. En resumen, las caricaturas políticas emplean complejas estrategias visuales para exponer un punto de vista rápidamente en un espacio reducido. Los profesores deben ayudar a los alumnos a dominar el lenguaje de las caricaturas si quieren beneficiarse de estas fascinantes fuentes de conocimiento de nuestro pasado.