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Clasificación de la política energética
ResumenLa Energiewende alemana (transición energética) comenzó con garantías de precios para las actividades de evasión y más tarde pasó a las primas y las licitaciones. La eficiencia dinámica fue un concepto central de esta política medioambiental. De entre las múltiples tecnologías, la energía eólica y la solar -que entonces se consideraban demasiado caras- resultaron ser más baratas que el uso de petróleo, carbón, gas o energía nuclear para la generación de electricidad, incluso sin tener en cuenta las externalidades. La política alemana de precios mínimos abrió las puertas de forma competitiva, creando millones de nuevos generadores y aumentando el número de participantes en el mercado del sector eléctrico. El hecho de que estos nuevos generadores estén distribuidos, no sean síncronos y dependan de las condiciones meteorológicas ha provocado debates polémicos y desafíos específicos. Este documento analiza en detalle estos aspectos y expone sus repercusiones. También describe las normativas suizas que lanzaron con éxito tecnologías o servicios de evasión y se pregunta por qué exactamente el enfoque económico neoclásico de Pigou sobre la internalización de los costes de los daños (externalidades) rara vez ha funcionado en la realidad política, mientras que las innovaciones sectoriales basadas en pequeños recargos han tenido más éxito. Basándose en el modelo de las tarifas de alimentación, se esboza brevemente un concepto para la introducción del tráfico aéreo con bajas emisiones de carbono.Resumen gráfico
Ley de política energética
La política energética es la forma en que una entidad determinada (a menudo gubernamental) ha decidido abordar las cuestiones relativas al desarrollo de la energía, incluida su conversión, distribución y uso. Los atributos de la política energética pueden incluir la legislación, los tratados internacionales, los incentivos a la inversión, las directrices para la conservación de la energía, la fiscalidad y otras técnicas de política pública. La energía es un componente esencial de las economías modernas. Una economía que funcione requiere no sólo mano de obra y capital, sino también energía, para los procesos de fabricación, el transporte, la comunicación y la agricultura, entre otros. La planificación energética es más detallada que la política energética.
En cuanto al término de política energética, hay que acentuar la importancia de la aplicación de una política ecoenergética a nivel mundial para abordar los problemas del calentamiento global y los cambios climáticos[por quién][1] Las decisiones de política energética a veces no se toman democráticamente[2].
Aunque se sigue investigando, las “dimensiones humanas” del uso de la energía interesan cada vez más a las empresas, los servicios públicos y los responsables políticos. La utilización de las ciencias sociales para conocer el comportamiento de los consumidores de energía puede capacitar a los responsables políticos para tomar mejores decisiones sobre las opciones climáticas y energéticas en general. Esto podría facilitar un uso más eficiente de la energía, la comercialización de energías renovables y la reducción de las emisiones de carbono[3].
Eficiencia energética
Los resultados de los modelos energéticos pueden tener un impacto sustancial en los debates sobre política climática. El objetivo de este estudio es discutir los antecedentes teóricos de los modelos, analizar sus puntos fuertes y débiles y relacionar las preguntas de investigación con los modelos. Para ello, se describirán los enfoques de sistematización y se presentarán y compararán sistemáticamente los cuatro tipos de modelos más comunes: los modelos de equilibrio general, los modelos input-output, los modelos de optimización y los modelos de simulación. Se discutirán los factores críticos para determinar los efectos de los modelos energéticos a partir de los escenarios de base/referencia, las opciones de no retorno, el desarrollo tecnológico y el nivel de endogenización frente al nivel de detalle. La aplicación de los modelos energéticos y las causas de las diferencias en los resultados se presentan para los efectos sobre el empleo, los sistemas de producción combinada de calor y electricidad (PCCE) y el sector del transporte. Aquí se desarrolló el enfoque de estructuración para formular preguntas de investigación relativas a cuestiones sobre el cambio climático y se aplicará de forma ejemplar a varias preguntas.
Economía de la energía
Aunque la política pública de eficiencia energética la establece en última instancia el gobierno, surge a través de un complejo proceso social que implica interacciones entre grupos potencialmente numerosos y diferentes. El diseño final de la política se modifica en función de los objetivos de los distintos grupos implicados y de la capacidad de cada uno de ellos para influir en el proceso. Los gobiernos pueden emplear varias estrategias para navegar por este proceso, una de las cuales es la elección y el diseño detallado del propio instrumento político.
Este documento presenta un marco que pretende identificar las características de las políticas de eficiencia energética que afectan, en primer lugar, a su probabilidad de introducción y, en segundo lugar, a su solidez frente a cambios adversos durante el proceso de desarrollo de la política. Aplicamos este marco a ocho políticas de eficiencia energética australianas diferentes que pueden dividirse en tres tipos distintos: Mecanismos de apoyo (Oportunidades de Eficiencia Energética y el Programa de Eficiencia Energética del Fondo Australiano del Carbono); Mando y control (Normas Mínimas de Rendimiento Energético y el Índice de Sostenibilidad de los Edificios); y Mecanismos basados en el precio (Rebajas para el Ahorro de Viviendas de Nueva Gales del Sur y tres programas estatales de certificados blancos).