¿Cuáles son las causas de la globalización política?

Ejemplos de globalización social

La globalización significa la aceleración de los movimientos e intercambios (de seres humanos, bienes y servicios, capitales, tecnologías o prácticas culturales) en todo el planeta. Uno de los efectos de la globalización es que promueve e incrementa las interacciones entre las diferentes regiones y poblaciones del planeta.

Según la OMS, la globalización puede definirse como “la creciente interconexión e interdependencia de los pueblos y países”. En general, se entiende que incluye dos elementos interrelacionados: la apertura de las fronteras internacionales a flujos cada vez más rápidos de bienes, servicios, finanzas, personas e ideas; y los cambios en las instituciones y políticas a nivel nacional e internacional que facilitan o promueven dichos flujos.”

“(…) la creciente interdependencia de las economías mundiales como resultado de la escala cada vez mayor del comercio transfronterizo de mercancías y servicios, el flujo de capital internacional y la amplia y rápida difusión de las tecnologías. Refleja la continua expansión e integración mutua de las fronteras del mercado (…) y el rápido aumento de la importancia de la información en todo tipo de actividades productivas y la mercantilización son las dos principales fuerzas impulsoras de la globalización económica.”

Ejemplos de globalización cultural

La bandera de las Naciones Unidas ondeando en la Plaza de las Naciones Unidas en el Centro Cívico, San Francisco, California. La ONU es una de las organizaciones clave en el proceso de la globalización políticaLa globalización política se refiere al crecimiento del sistema político mundial, tanto en tamaño como en complejidad. Ese sistema incluye a los gobiernos nacionales, sus organizaciones gubernamentales e intergubernamentales, así como a elementos de la sociedad civil mundial independientes de los gobiernos, como las organizaciones no gubernamentales internacionales y las organizaciones de movimientos sociales. Uno de los aspectos clave de la globalización política es la disminución de la importancia del Estado-nación y el ascenso de otros actores en la escena política. La creación y existencia de las Naciones Unidas es uno de los ejemplos clásicos de globalización política.

William R. Thompson la ha definido como “la expansión de un sistema político global, y de sus instituciones, en el que se gestionan las transacciones interregionales (incluyendo, pero ciertamente sin limitarse al comercio)”[2] Valentine M. Moghadam la definió como “una tendencia creciente hacia el multilateralismo (en el que las Naciones Unidas desempeñan un papel clave), hacia un emergente ‘aparato estatal transnacional’ y hacia la aparición de organizaciones no gubernamentales nacionales e internacionales que actúan como vigilantes de los gobiernos y han aumentado sus actividades e influencia”[3] Manfred B. Steger, por su parte, escribió que “se refiere a la intensificación y expansión de las interrelaciones políticas en todo el mundo”[4] La definición más larga de Colin Crouch es la siguiente: “La globalización política se refiere al creciente poder de instituciones de gobernanza global como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y la Organización Mundial del Comercio (OMC). Pero también se refiere a la difusión e influencia de las organizaciones no gubernamentales internacionales, las organizaciones de movimientos sociales y las redes transnacionales de defensa que operan a través de las fronteras y constituyen una especie de sociedad civil global”[5] Finalmente, Gerard Delanty y Chris Rumford la definen como “una tensión entre tres procesos que interactúan para producir el complejo campo de la política global: la geopolítica global, la cultura normativa global y las redes policéntricas”[6].

Definición de globalización económica

El Orden Económico Internacional Liberal, cuya creación y funcionamiento definió el periodo de posguerra en materia de comercio y finanzas, parece estar entrando en un periodo de gran incertidumbre. Este capítulo, centrado en particular en el comercio internacional, trata de identificar las fuentes de este cambio en los cambios fundamentales de las economías subyacentes de los miembros principales de este orden (la transición de una economía industrial a una posindustrial y la globalización de las estructuras de producción) y los fundamentos políticos nacionales e internacionales de dicho orden (en el plano nacional, el auge del populismo antiglobalista, y en el plano internacional, la aparición de China como superpotencia mundial).

Después de unos 70 años de creación, expansión y consolidación de un orden económico internacional liberal global (OIL), parece que estamos entrando en un periodo de mayor incertidumbre sobre el futuro de ese sistema. La ronda de Doha no está más cerca de completarse que en noviembre de 2001 (cuando se celebró la reunión ministerial de Doha), dos importantes acuerdos regionales que buscan una mayor integración económica parecen haberse estancado (la Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión [TTIP] y la Asociación Transpacífica [TPP]) y, quizá lo más llamativo de todo, el Reino Unido ha iniciado el proceso de retirada de la Unión Europea (lo que podría socavar al Reino Unido). Estos acontecimientos se han asociado (de un modo u otro) con el auge del populismo antiglobalización en prácticamente todos los países centrales de la LIEO. No es ni mucho menos seguro que estos acontecimientos actuales constituyan un cambio fundamental en la dinámica subyacente de la globalización, ni siquiera que los acontecimientos económicos y políticos estén relacionados causalmente, pero tales vínculos son lo suficientemente plausibles como para que merezca la pena considerarlos con algo más de detalle.

Globalización cultural

Muchos pueblos de este mundo han esperado entrar en el siglo XXI con más igualdad y menos pobreza. Pensaban que, con el rápido crecimiento de la economía mundial y el vasto desarrollo de la tecnología productiva asociada al proceso de globalización, se erradicarían o reducirían notablemente las características terribles de nuestro planeta. Se han celebrado muchas conferencias internacionales, se han adoptado numerosos enfoques y se han elaborado decenas de estudios, pero no se ha conseguido gran cosa. A pesar de todos los llamamientos lanzados aquí y allá para lograr un mundo pacífico y “justo”, los aspectos negativos de la globalización siguen estando presentes en nuestro planeta. También existe el temor común de que los intentos de crear una “vida moderna” globalizadora impliquen el desplazamiento de las sociedades más pobres y desprovistas de poder para dejar paso a “nuevas carreteras y edificios” para los ricos. En realidad, el problema radica en las marcadas diferencias y desigualdades entre los que tienen y los que no tienen. Este proceso, en sus características y aspectos actuales, presenta no sólo una crisis moral, sino también el potencial de un desastre económico y de disturbios civiles en muchas zonas del mundo. El propósito de este documento es examinar el proceso de globalización y explorar sus efectos en los diversos aspectos de la vida humana.