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Principio de distinción
Entre los recursos digitalizados de la Primera Guerra Mundial en el sitio web de la Biblioteca Británica se encuentran las impresiones manuscritas de los ataques aéreos sobre Londres en 1915, registradas por los niños de la Escuela Primaria de Princeton Street, Holborn. Sus relatos revelan lo inesperado de los ataques aéreos, así como lo poco preparada que estaba Gran Bretaña para hacer frente a esta nueva amenaza. La mayoría de los niños estaban preparándose para ir a la cama o jugando en la calle cuando llegaron los Zeppelins, lo que demuestra que los londinenses no tenían ninguna advertencia previa de los ataques detallados. Los niños expresan tanto su emoción como su temor al ver las naves aéreas, y está claro que la mayoría salió a inspeccionar los daños una vez que se fueron.
Durante la Primera Guerra Mundial, la escasez de alimentos afectó a la población civil de todas las naciones combatientes. La agricultura y la distribución sufrieron las tensiones impuestas por las exigencias de la guerra, y los bloqueos navales redujeron las importaciones. Gran Bretaña dependía en gran medida del grano importado, y la campaña de guerra submarina sin restricciones de Alemania pretendía exponerla a una crisis alimentaria. El gobierno intentó aumentar la producción de alimentos, pero su principal éxito fue la introducción de sistemas de racionamiento exitosos. El racionamiento comenzó en Londres a principios de 1918, y se extendió a todo el país durante el verano.
Protocolo adicional i
El 21 de julio de 1945, un alto oficial de inteligencia de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos en el Pacífico distribuyó un informe declarando: “Toda la población de Japón es un objetivo militar adecuado. . . NO HAY CIVILES EN JAPÓN”. Los que ven esto por primera vez piensan que representa una hipérbole en el mejor de los casos, una sanción racista para el exterminio masivo en el peor. No es ninguna de las dos cosas. Este documento proporciona un portal para ver exactamente cómo era el verano de 1945 para los estadounidenses, en particular para aquellos que dirigían o participaban en las operaciones finales contra Japón.
Cuando comenzó 1945, los líderes japoneses reconocieron la oscura situación militar de su nación, pero rechazaron cualquier forma de rendición. En su lugar, idearon una estrategia militar y política secuenciada llamada Ketsu Go (Operación Decisiva). Su premisa fundamental: los estadounidenses poseían un enorme poder material pero su moral era frágil. El plan pretendía hacer frente a la invasión inicial de Japón (que preveían correctamente que se produciría en el sur de Kyushu) con enormes fuerzas terrestres y aéreas. Éstas derrotarían el intento de invasión o, al menos, infligirían unas bajas tan terribles -estadounidenses y japoneses- que la voluntad estadounidense de continuar la guerra se rompería. Luego, en la segunda fase del plan, Japón obtendría una solución negociada de la guerra, lejos del objetivo estadounidense declarado de la rendición incondicional de Japón. Ese acuerdo excluiría sin duda una ocupación de Japón y garantizaría la continuidad del viejo orden.
La vida en el frente interno
Gran Bretaña en la Segunda Guerra Mundial3 de septiembre de 1939 – 8 de mayo de 1945Una de las series de carteles de Frank Newbould, destinada a despertar sentimientos patrióticos por una Gran Bretaña pastoral idealizada.Precedido porEdad de la interguerraSeguido porEdad de la posguerraMonarca(s)Jorge VLíder(es)
La guerra fue muy cara. Se pagó con altos impuestos, vendiendo activos y aceptando grandes cantidades de Lend Lease de EE.UU. y Canadá. Estados Unidos dio 30.000 millones de dólares en municiones; Canadá también dio ayuda. La ayuda estadounidense y canadiense no tuvo que ser devuelta, pero también hubo préstamos estadounidenses que fueron devueltos[1].
La movilización total de Gran Bretaña durante este periodo demostró ser exitosa para ganar la guerra, al mantener un fuerte apoyo de la opinión pública. La guerra fue una “guerra del pueblo” que amplió las aspiraciones democráticas y produjo promesas de una Gran Bretaña mejor después de la guerra[2]. Los medios de comunicación la llamaron “guerra del pueblo”, un término que se puso de moda y que significaba la demanda popular de planificación y de un estado de bienestar ampliado[3]. De hecho, en 1945 surgió el consenso de posguerra que sí proporcionó un estado de bienestar[4].
Definición de civil en el derecho internacional humanitario
La diferencia entre soldado y civil es otra distinción importante según las reglas de la guerra. La guerra la libran soldados entrenados y armados con cañones, tanques y un surtido de otras armas estratégicas que están autorizados a utilizar para obtener ventajas tácticas, tanto ofensivas como defensivas. El objetivo de la guerra es derrotar completamente a un enemigo destruyendo sus fuerzas armadas, lo que puede lograrse de infinitas maneras, incluyendo la matanza y el desgaste. Se prevé que se derrame mucha sangre durante una guerra, independientemente de su duración.
Los civiles, en general, no están entrenados para el combate ni están armados, y no están autorizados a matar excepto en defensa propia. Sin embargo, los civiles tienen familias que alimentar, hipotecas que pagar y trabajos que realizar, obligaciones que no se suspenden en tiempos de guerra. De ahí que las reglas de la guerra intenten aislar a los civiles de muchos de los inconvenientes, distracciones, tragedias y horrores de la guerra.
La guerra no proporciona a los combatientes ninguna INMUNIDAD frente a las leyes penales ordinarias contra la violación y el saqueo, incluso cuando tales transgresiones se cometen en cumplimiento de una orden dada por un superior. Los crímenes cometidos contra civiles por su raza, religión y origen nacional, incluido el GENOCIDIO, se consideran crímenes de guerra. Al igual que los prisioneros de guerra, los civiles no pueden ser castigados por las faltas cometidas por su gobierno o por las fuerzas militares, y no pueden ser retenidos como rehenes bajo ninguna circunstancia.